martes, 23 de abril de 2013

Estoy hecha de polvo de estrellas

   Nunca fui creyente, no le veía el sentido a aquello de la iglesia, las misas de los domingos y la repetición mecánica de oraciones. A pesar de haber hecho el curso de catequismo unas tres veces, nunca terminé de hacer ningún tipo de comunión con eso que llamamos Dios. Como historiadora me decía, Dios es sólo una idea del hombre para tratar de darle sentido a aquello que no entiende... dudaba de la biblia manipulada por el hombre, dudaba de la iglesia con sus reglas de claustro, que no me daba una respuesta satisfactoria.

   Pero luego sí existe en mi esa parte muy espiritual que ha estado siempre presente, y para mí (en una opinión muy personal) ser religioso es una cosa, y espiritual otra. Con la religión nos apegamos a una doctrina de leyes y rituales representativas de una fé en particular, con el espiritualismo, construimos una filosofía de vida con la que pretendemos hallar el equilibrio, pero sobre todo, encontrar la verdad acerca de la existencia misma.

   Muchas veces mi corazón ha mirado hacia el antiguo oriente con sus colores vivos y visiones elevadas, refugiándome en los principios budistas e hindúes, en la práctica del Yoga y la meditación, en búsqueda de mantras que se adapten a mi realidad. También he desarrollado un tipo de comunión con el universo, como buena aficionada de la astronomía, me siento especialmente unida al gran e infinito cósmo, sabiendo que cada elemento químico que lo compone, corre entre mis venas. Lo siento así como estoy hecha de polvo de estrellas, y es un pensamiento, para nada alejado de la realidad en facto!. 

   Últimamente he repensado todas estas cuestiones y está muy bien hacerlo. Dios se acercó a mí en mi momento de más duda y hasta en forma tal, que yo pudiera entenderlo en mis propios términos. Lo encontré en los libros, en la palabra PROVIDENCIA tantas veces repetida en "Los Miserables" y la búsqueda de equilibrio de "Comer rezar amar"... Siento que Dios me dijo, Querida Merlen vamos a explicártelo en el lenguaje que YO se que entiendes!. Y descubrí que efectivamente Dios es algo que creamos a conciencia y en la medida de nuestras necesidades, con los rituales, oraciones e imágenes que necesitemos en el transito de la vida... 
   
   Así es de grande y flexible, que vive en cada uno de nosotros, tal cual somos, vive en nuestra capacidad de aprender cada día, en la decisión activa de no cometer los mismos errores del pasado, en la certeza de que se nos tiene un camino preparado, el mejor camino... así que no te preocupes, si no se da, es porque igual aquello no era para ti. En cada uno de nosotros habitan dos fuerzas en constante comunión, el trazado del camino hecho por Dios, y el dibujo complejo y maravilloso que construimos día a día con nuestras acciones.   

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